En Solís. Baquedano, nos interesa el cuidado y administración del patrimonio inmobiliario de nuestros clientes; por ello, te informamos, que nuestros servicios, están creados para los dueños de inmuebles que no tienen el tiempo ni las habilidades para administrar una propiedad efectivamente, o bien, radican en otro Estado o País. La administración adecuada de propiedades inmobiliarias le puede ahorrar mucho dinero y molestias a los propietarios así como ayudarle a mantener o incrementar el valor de su propiedad. Un buen administrador profesional de propiedades cumple con la función de ayudar al propietario para maximizar el valor de su inversión así como también reducir al mínimo los riesgos y los gastos innecesarios que ocurren en el momento de mantener una propiedad.

Algunos de los servicios de administración de inmuebles que prestamos son: a)  Promover su casa para arrendamientos, o para estancias de breve término, , b) Proporcionar acceso, apoyo y supervisión a los huéspedes durante su estancia en su casa, c) cobrar las rentas o pagos por alojamiento de breve término, d). Manejar los pagos para el dueño de la propiedad, tales como hipotecas, impuestos, servicios públicos, e) encargarse del mantenimiento del inmueble, tanto preventivo como reparatorio, f) encargarse de la jardinería, pago de servicios, recolección de basura y limpieza de la casa mientras se encuentre desocupa, o bien, los inquilinos sean de aquellos de breve estancia.

Es importante señalar, que también gestionamos los contratos arrendamiento o convenios de otro tipo para los clientes que deseen ingresar u ocupar el inmueble. El dueño de la propiedad podría determinar el precio de alquiler a cobrar a los nuevos inquilinos, o el administrador puede hacer uso de su experiencia para calcular el precio de alquiler apropiado para el inmueble en alquiler. Los administradores también hacen un seguimiento de los contratos por vencer, manejan las quejas de los inquilinos. Es importante que esté familiarizado con la Legislación vigente que regula el arrendamiento de un inmueble, y la desocupación del mismo ante el incumplimiento del inquilino.